Introducción
El software y hardware modelador permite probar virtualmente un montón de amplificadores distintos en una sentada y, hacerse una idea de qué modelos podrían encajar mejor en nuestros gustos y necesidades.
Dentro de la familia de amplificadores Fender, algunos me han llamada la atención más que otros y, el Princeton es justamente uno de los que más interés me ha suscitado siempre.
Curiosamente, excepto por el caso del Bassman, parecen gustarme más los sonidos de los pequeños Fender (que encuentro menos afilado y delgado) que de los grandes.
Mis necesidades actuales requieren equipos de no más de 15W, para poder extraer lo mejor a las válvulas, dentro de unos volúmenes altos pero razonables.
Cada vez más, me están gustando los amplificadores mono canal, con circuiterías simples, con buenos limpios, que soporten bien cualquier pedal de efecto, para esculpir el sonido.
En esta ocasión, mi interés era obtener el mítico sonido Fender, que tan bien funciona para los limpios de las Stratocaster o Telecaster. El Princeton Reverb me pareció la forma de obtener ese sonido tipo Blackface pero, en un "paquete de menor tamaño".
No he tenido el placer de llegar a tocar nunca un Pricenton de los que se construyeron durante los años 60, así que no tengo posibilidad real de comparar si esta nueva re-edición suena fiel a los primeros construídos o no.
Si tengo claro que no está cableado mano a mano en torreta, sino que cuenta con placas de circuito impreso y, también hay alguna discusión respecto a la válvula rectificadora, aunque, a tenor de los comentarios que he leído, por gente que ha podido comparar ambos, el sonido "lo borda".
Por lo que a mí respecta, no voy a entrar en dicha discusión, porque no estoy interesado en cuán fiel al modelo original es esta re-edición, sino en si suena bien o no, si es dinámico, responsivo y, si su sonido me satisface y sirve a mis intereses.
Así que, si buscas un artículo que compare la re-edición con el original, éste no es tu artículo.
Aquí encontrarás mis impresiones respecto a este amplificador, prescindiendo de comparaciones con el original de los años 60.
Presentación
El amplificador viene correctamente embalado, en una caja de cartón, con los correspondientes separadores de poliespán y, el envoltorio plástico que lo protege del polvo.
Acompañan al amplificador una bolsa con el manual de usuario y un adhesivo con el logo de Fender.
El manual está en varios idiomas e, incluye un esquema electrónico del amplificador (algo que apreciarán los modders compulsivos).
En el interior del amplificador hay grapados un par de sobres, con interior en plástico con burbujas, donde podemos encontrar el cable de alimentación eléctrica y el pedal switch que permite activar y desactivar la reverberación y el trémolo ("Vibrato") en el amplificador.
El pack se completa con una funda anti-polvo (no acolchada) para cubrir el amplificador.
El amplificador, en sí, aparenta estar bien acabado y tiene, en general un look agradable.
El combo está semi-abierto en su parte trasera y, presenta pocos "lujos", tanto en su panel frontal como en su panel trasero.
En el panel frontal, cuenta con dos entradas. La primera es la normal, mientras que la segunda tiene una ganancia inferior, en unos -6dB y, está pensada para guitarras con una salida muy fuerte, para impedir la distorsión.
Siguen los controles básicos del amplificador: Volume (Volumen), Treble (Agudos) y Bass (Bajos). No dispone de control de medios, ni de control de Ganancia. La ganancia está fijada en dos niveles distintos, que se seleccionan según el jack de entrada que empleemos.
Siguen los controles de Reverb (Reverberación), Speed (Velocidad del "Vibrato") e Intensity (Intensidad del "Vibrato") y, la lámpara en forma de joya que indica que el amplificador está funcionando.
Ni interruptores para seleccionar múltiples voces, ni resalte de bajos, agudos o medios, ni modo boost, ni absolutamente nada más allá de los controles más básicos.
En su parte trasera contamos con la toma de alimentación eléctrica (fijada en 230V 50Hz, sin posibilidad de cambio), el fusible y el interruptor de encendido. No tiene interruptor de Stand-By.
Detrás, tenemos también el jack estéreo para conectar el pedal con doble-interruptor que viene con el ampli, para conmutar la reverberación y el "vibrato".
Absolutamente nada especial, sin salida de línea, sin Power Soak, sin interruptor Pentodo/Triodo, etc.
Tiene un par de conectores para altavoces, aunque el manual indica que el amplificador está optimizado para su funcionamiento con una carga de 8 Ohmios y que, por tanto, si se pretende colocar dos recintos de altavoz, deberían enchufarse dos de 16 Ohmnios, para que la carga resultante fuera de 8 Ohmnios, puesto que ambas salidas están en paralelo.
El altavoz es un Jensen de 10", tan habitual en los amplificadores Fender de la época, cuya sensibilidad y cono es inferior al Celestion Vintage 30 o a los Green Back y, por tanto, los 15W del Princeton parecen ligeramente menos sonoros que los 15W del Night Train.
El cable del altavoz interno me da la impresión de tener muy poca sección pero, en principio, suficiente.
Conforme a la información con la que cuento actualmente, no existe ningún potenciómetro (trim-pot) que permita corregir el BIAS de las válvulas de potencia. Es un amplificador classe A/B, con etapa Pull/Push y, por tanto, la substitución de válvulas requeriría un re-ajuste del Bias pero, no existe ningún potenciómetro que permita dicho ajuste.
Esto significa que, o bien compramos un par de válvulas de potencia de características muy similares a las que vinieron montadas de fábrica o, tenemos que ajustar el Bias substituyendo los valores de las resistencias correspondientes.
Las válvulas montadas de fábrica son todas Groove-Tubes. GT siempre ha sido una marca re-etiquetadora de válvulas. De forma análoga a Wattford Valves o TAD, prueban las distintas características de las válvulas, seleccionando aquellas apropiadas para amplificadores de guitarra y, finalmente clasificándolas conforme a su propio método (color y valor numérico). Por tanto, si las válvulas de potencia de fábrica eran Blanco-10, convendría pedir unas válvulas substitutivas que cumplieran más o menos las mismas especificaciones, respecto a Transconductancia, Corriente de Placa, etc. Recomiendo buscar información respecto al sistema de clasificación de GT, para comprobar los valores de las válvulas de origen y buscar substitutivos adecuados.
Si no recuerdo mal, Groove-Tubes fué comprada por Fender (y, según Myles Rose, la calidad se ha resentido levemente, desde entonces). Pero, tanto antes de Fender como después, cada válvula GT era una válvula de los pocos fabricantes que quedan, testada, clasificada y re-etiquetada. Por tanto, puede ser una válvula Rusa (sovtek, svetlana, EH, Tung Sol, Mullard, etc), Checa (JJ, Ei) o China (Shughuang).
Desgraciadamente, cada "re-etiquetador" sigue su propio sistema. El sistema de "magic pair" de TAD es distinto del sistema de GT (color + número), distinto del sistema de Mesa-Boogie o de Koch o de Marshall, etc. Así que, la única posibilidad es comprobar a qué valores técnicos se corresponde la clasificación de GT y, buscar el equivalente en cualquier otra marca "re-etiquetadora" o, jugarsela con los fabricantes directamente (ni testadas, ni clasificadas).
Creo que la falta de un trim-pot para ajustar el BIAS es el único punto negativo que le pondría al amplificador. El resto, aún simple, cumple su función a la perfección y, no echo en falta nada más.
¿Cómo suena?
En el primer contacto, me he quedado un poco preocupado.
He enchufado la Strato y, aunque el sonido era justo lo que andaba buscando, las funciones de reverberación y "vibrato" no estaban funcionando y, el pedal de conmutación de dichos efectos no parecía funcionar. Adicionalmente, cuando incrementaba la velocidad del "vibrato" obtenía una especie de fuerte pulsación en el altavoz que me ha dejado un poco preocupado.
Como he probado 10 minutos antes de comer, he apagado el ampli y, he esperado a la tarde para probar más a fondo el amplificador.
Mientras tanto, se me ha ocurrido "¿No será que el jack del pedal-switch no estaba bien metido en el enchufe?".
Pues, efectivamente, ese era el problema. Al parecer, con las ansias de probar, no había introducido totalmente el jack del pedal-switch. Corregido el problema, todo ha funcionado correctamente.
En la segunda sesión de pruebas, he podido probar perfectamente todo.
La primera sorpresa agradable es la sensación "plug & play" al conectar la Strato. Mientras que en la mayoría de amplis hay que jugar con el botón Gain, para conseguir un sonido limpio con cuerpo pero sin distorsión (lo cual, sin ser grave, lleva su tiempo), en el Princetone es enchufar y tocar.
La segunda sorpresa agradable ha sido la representación del rango frecuencial. Todas las frecuencias suenan con un sonido nítido, con cuerpo. Sorprendentemente, tiene unos bajos muy bien representados, con buen cuerpo y, unos agudos nítidos sin llegar a ser delgados y afilados. Ambos controles de tono funcionan fantásticamente bien combinados y, permiten encontrar el sonido buscado con rapidez y precisión.
La tercera sorpresa ha sido la reverberación. Dispone de una reverberación amplísima y de calidad. La caída de los ecos no tiene ese exceso de high-end tan presente en otras reverberaciones. Frecuencialmente, me ha gustado mucho. Incluso en posiciones muy elevadas, la reverberación suena muy bien (muy Fender).
La cuarta sorpresa ha sido el "vibrato". Lo que Fender ha llamado vibrato es, en realidad, un efecto trémolo pero, continuaremos llamándolo "vibrato" por deformación histórica. El control de intensidad permite añadir el efecto trémolo desde niveles casi imperceptibles hasta niveles realmente exagerados.
El trémolo dota al sonido de una modulación, cuya pulsación depende de la velocidad seleccionada y que, en intensidades moderadas, le da un toque muy característico al sonido.
No es un efecto al que yo esté acostumbrado pero, he podido apreciar su interés y utilidad en este amplificador.
En general, me ha encantado el sonido. "Little Wing" instantáneo. Sus limpios no son nada estériles. Jugando con los controles de tono se puede dar el cuerpo necesario a la guitarra, mientras se mantiene una excelente definición nota a nota y un bajo nivel de ruido.
El maridaje con la Stratocaster es, simple y llanamente, perfecto.
Comparándolo con el Night Train de Vox, creo que el Princetone es ligeramente menos dinámico. Ojo, no estoy diciendo en ningún caso que el Princetone suene comprimido y sin dinámica. Todo lo contrario, el Princetone tiene una excelente dinámica, al igual que el Marshall 1923C pero, ambos tienen ligeramente menor dinámica que el Night Train (para mí, uno de los amplificadores más dinámicos, a un coste de risa).
El Princetone emite un sonido de gran calidad pero, el NT lo he trabajado a fondo, eligiendo las válvulas para cada posición después de pruebas intensivas con gran cantidad de fabricantes y modelos de válvulas, lo que ha dejado al NT un escalón por encima. Por supuesto, el Princetone suena tan bien (o mejor) que sonaba el NT de fábrica y, tiene potencial para mejorar con las válvulas adecuadas.
Claro que, hay otros aspectos a tener en cuenta.
Mientras que el altavoz del NT cuenta con un cono de 12" y un eficiente Celestion, el Princetone cuenta con un cono de 10" de un ligeramente menos eficiente Jensen. Independientemente de la distinta respuesta frecuencial de los dos modelos de altavoz, su punto de rotura o distorsión, está claro que un cono de 12" mueve más aire y proyecta mejor los graves que uno de 10".
Sin embargo, el Jensen de 10" es perfecto para este amplificador y ayuda a proyectar ese sonido Fender que andaba buscando.
La rectificación a válvulas, tal vez, dote al Princetone de una respuesta menos inmediata a riffs extra rápidos pero, el sonido es delicioso, con cuerpo y excelente definición, nitidez y nivel de ruido. El SAG de la rectificación a válvulas es, a veces, un "mal deseado" y, a mí no parece afectarme negativamente.
Primeras conclusiones
Al final, me he quedado con la sensación de disponer de un excelente amplificador, con un maravilloso canal limpio sobre el que cualquier sonido puede esculpirse, mediante el uso de pedales.
Al igual que Gilmour hace con su Hiwatt, el Princetone me ha parecido un fantástico "lienzo en blanco" sobre el que "pintar" sonidos infinitos, con la ayuda de pedales de efecto.
El maridaje con la Stratocaster es tan perfecto como el de una LP con un Marshall. Adivino que la Telecaster sonará también fantásticamente en este ampli, aunque aún tengo mis dudas respecto a guitarras con mayor salida, como la LP, la PRS o la Charvel.
Es algo que realmente no me preocupa, puesto que lo que andaba buscando era el puro sonido Fender y, mientras Strato y Tele funcionen impecablemente, me doy por satisfecho.
Sus 15W, aún sonando muy fuertes con el volumen alto, son menos poderosos que los del Night Train, lo que me permite subir el volumen y exprimir mejor las válvulas en el Princetone.
Las válvulas de origen me han parecido correctísimas. No tan "sosas" como las típicas Sovtek 12AX7-WA o las típicas chinas 12AX7A-C que suelen montarse en el previo de fábrica en la mayoría de fabricantes.
Sin duda, es algo que podría mejorarse pero, tal y como viene de fábrica me parece perfectamente utilizable.
Tengo curiosidad en probar qué tal le sentaría una Mullard re-issue en V1. Aunque la Mullard tiene un caracter más británico, sigue siendo (para mí) una de las mejores válvulas de producción actual. No sé qué tal le sentaría a este amplificador, con alma americana.
En el PI, me gustaría probar una Sovtek LPS o, incluso, una Philips 5751 NOS.
En general, el sonido ha superado mis expectativas y ha mejorado respecto a lo que ya me sonaba bien en los softwares y pedaleras modeladoras. El tamaño del amplificador es muy práctico (más o menos el mismo tamaño que la pantalla NT112 de Vox, que es de las 1x12" más pequeñas en el mercado), su peso es ligero.
Suena muy bien tanto a bajo como a alto volumen pero, como en todo amplificador de válvulas, suena mejor contra mayor es el volumen. Su máximo volumen, aún siendo muy alto, es relativamente cómodo y manejable.
No creo que encaje bien en una situación de grupo, con un batería poderoso, sin ayuda de alguna pantalla capaz de mover más aire (alguna 2x12" o 4x12" con altavoces más eficientes).
Creo que encaja perfectamene en un entorno de estudio donde, incluso al máximo, será perfectamente soportable y permitirá la experimentación con un mayor abanico de micrófonos.
No es un amplificador para practicar por la noche, en el dormitorio pero, creo que puede funcionar perfectamente a bajos volumenes, muy razonables, durante el día.
Continuará...
Queda pendiente probar el amplificador con mayor rango de guitarras y, con mayor rango de efectos (de momento, solo he probado con el Little Green Wonder y el Sweet Honey).
Así mismo, queda pendiente probar que tal "corta" la mezcla, practicando con algunas pistas de acompañamiento pasadas por la PA.
Cuando haya experimentado más con el amplificador, colgaré alguna demo en Youtube. De momento, aún tengo que terminar la demo de la pedalera "Loca" (ver entrada anterior en el Blog).