Hemos visto casi todas las tareas típicas del mezclado y discutido las 3 dimensiones de la mezcla.
Existen un conjunto de técnicas y herramientas destinadas a modificar la dinámica del sonido y, que son ampliamente utilizadas, tanto durante la fase de mezclado como durante la fase de masterización (aunque, generalmente, de formas distintas).
Antes de hablar de compresores, decompresores y limitadores, tendríamos que entender a qué se refiere el término "dinámica del sonido" y, lo más importante, "el rango dinámico".
Dinámica del sonido
Aunque dos instrumentos (por ejemplo una guitarra y una trompeta) emitan la misma nota musical, existe una clara diferencia de sonido. La impronta que deja cada instrumento es totalmente distinta. Aparte de la nota fundamental, el instrumento va generando otra frecuencias de menor orden (armónicos) cuyo contenido varía fuertemente de tipo de instrumento a tipo de instrumento.
Esta firma característica del instrumento es lo que se denomina timbre.
Aparte del contenido armónico, se estudia cómo evoluciona la onda sonora en el tiempo. Seguramente te suena el acrónimo ADSR (Attack=Ataque, Decay=Caída, Sustain=Sostenimiento, y Release=liberación), al cual se ha añadido la fase Hold, entre Sustain y Release.
La curva (o envolvente) ADSR representa cómo varía la amplitud (volumen) de la onda en el tiempo.
Aparte del contenido armónico del timbre del instrumento, la forma en que la misma frecuencia se comporta respecto al tiempo varía muchísimo también. Incluso, tocando el mismo instrumento, de distintas formas (con los dedos, con púa blanda, púa dura, con fuerza, suávemente), aunque mantiene el timbre, varía su curva ADSR.
El Ataque coindide con el tiempo en el que la onda alcanza su máxima amplitud (volumen), desde el momento en el que se empieza a generar el sonido. Es un tiempo muy corto, donde el sonido pasa de cero a su máximo volumen.
Una vez alcanzado el máximo volumen, el sonido cae (caída) hasta alcanzar un punto de equilibrio (sustain) donde se mantiene durante más tiempo a un volumen medio. En cuanto dejamos de actuar sobre lo que provoca el sonido, éste va desapareciendo (Release). Al parecer, existe un escalón intermedio, entre el sustain y el release, donde el sonido mantiene un volumen muy bajo homogéneo antes de exitinguirse (es como un sustain del release).
El tiempo en el que cada nota emitida por cada instrumento tarda en llegar o mantenerse en cada una de esas fases de la curva ADSR es lo que se conoce como dinámica del sonido (la forma en la que se mueve).
Los compresores, decompresores, limitadores, puertas y similares herramientas de control de la dinámica, afectan uno o más parámetros de dicha curva, cambiando el 'aspecto' final de la curva ADSR. El timbre queda intacto pero, no así la dinámica.
Rango dinámico
Este es un concepto muy importante, desde el momento en el que empezamos a alterar la dinámica del sonido durante la producción musical.
El máximo volumen que alcanza un sonido es conocido como pico. Durante la reproducción de una pista, existen instantes de pico en el que el volumen, en ese instante, sobresale muy por encima del volumen medio de la pista. Generalmente, la fase de ataque de la curva ADSR es la causante de dichos picos, mientras que el volumen medio se asocia con la fase de sustain.
La sonoridad de la muestra sonora es el volumen aparente percibido. Contrariamente a lo que podrías pensar, la sonoridad de un pasaje con depende de lo altos que sean los picos, sino de lo alto que sea el nivel medio. El nivel de sonoridad medio se mide en RMS (Root Mean Square), que es una fórmula matemática que determina el nivel de volumen medio de la señal de audio.
Si, en un determinado fragmento (que puede ser toda la pista o canción), el mayor pico (peak) se da en -6dB y, durante ese pasaje tenemos un RMS de -18 dB, decimos que tenemos un rango dinámico de (18 - 6 = 12 dB). O sea, el rango dinámico es el margen en decibelios que resulta de restar a los picos las RMS.
Para comprobar el rango dinámico de cualquier pasaje, pista o de la mezcla en su totalidad, es de gran utilidad utilizar un medidor adecuado. Yo utilizo el TT Dynamic Range Meter.
La barra más fina, corresponde al valor medio de los picos (el valor pico máximo queda marcado como una raya roja, y su valor se representa bajo Peak, arriba (-0.5 para el canal izquierdo y -0.9 para el derecho).
La barra más gruesa, al lado de la anterior, representa los valores medios RMS, y su valor se expresa abajo, bajo RMS (-12.0 para el izquierdo y -12.3 para el derecho).
En el centro, cada barra significa el rango dinámico que queda en cada canal (la diferencia entre picos y RMS).
Vale, muy bonito el medidor pero, ¿todo ésto para qué sirve?.
Paciencia, que allá vamos.
Los que saben mucho de esto, se quejan de que existe una guerra en la producción musical, para conseguir la mezcla con mayor volumen aparente, sacrificando el rango dinámico. Contra más elevamos las RMS, menos diferencia hay entre el volumen medio y las partes más sonoras. El sonido queda comprimido y carece de expresión, de acentos, se convierte en una fuerte monotonía, en una pared sonora.
Vale, entonces, ¿qué rango dinámico es aceptable?. Depende del destino de la producción musical.
Sin utilizar compresión, el sonido producido por una orquesta filarmónica tiene un rango dinámico de entre 20 y 24 dB. Para música clásica y cine, Katz recomienda un rango dinámico de al menos 20 dB.
Para pop y radio, un rango de 14 dB (las emisoras de radio procesan cualquier cosa que les entregue reduciendo el rango dinámico, así que este valor asegura un buen resultado al pasar por sus procesadores de sonido).
Para música más fuerte, manteniendo su expresividad y dinámica, un rango de 12 dB.
Para que te hagas una idea más aproximada, las grabaciones de Led Zeppelin, Jimi Hendrix y monstruos de la época que he analizado con este medidor off-line (analiza directamente el archivo de audio), se sitúa a menudo entre 10 y 11 dB y, en sus extremos, entre 8 y 12 dB.
Katz y otros masters de audio consideran que fué justamente durante esa época donde se realizaron las mejores grabaciones y, donde se consiguió elevar suficientemente la sonoridad, manteniendo la calidad de los matices del audio. Por supuesto, el oído es el que finalmente decide el límite pero, es cierto que yo siempre intento moverme entre 12 y 8 dB de rango dinámico, en el rock y, siempre vigilo con el medidor mientras trabajo con el compresor, para asegurarme que no me estoy pasando en la compresión.
Vale, ¿y eso en qué se traduce?.
Cuando preparamos una mezcla (especialmente en su masterización), marcamos un techo cercano a los 0 dB (-0.5 dB, por ejemplo) como el valor máximo de pico que debe tener nuestra mezcla (valores menores de -0.3 dB provocarán clipping y overs en el procesamiento de equipos digitales posteriores).
Si nuestro valor pico máximo (ceil o techo en el limitador final) es de -0.5 y, para mantener un aceptable rango dinámico necesitamos unos 11 dB para representar el sonido con todos sus matices, nuestras RMS no podrán sobrepasar los -11.5 dB. Ese el nivel de sonoridad máximo que podremos ofrecer.
Veremos qué importancia tiene ésto cuando veamos cómo funciona un compresor de audio y, un limitador.
Para controlar más fácilmente este aspecto, Bob Katz diseño los medidores de su K-System (K-20, K-14 y K-12). Dependiendo del destino de la mezcla, como hemos comentado arriba, te marcas como objetivo mantener un margen dinámico de 20 dB (para el cine), de 14 dB (música melódica) o 12 dB (rock, música fuerte), eliges el medidor correspondiente (K-20, K-14 o K-12) y, siempre y cuando las RMS estén habitualmente sobre el punto 0 y, siempre y cuando los picos RMS no se sitúen constantemente en la zona roja del medidor, estarás consiguiendo una mezcla poderosa, que mantiene el rango dinámico adecuado.
Para éste propósito (y muchos otros), utilizo los medidores IXL Inspector de RNDigital, que implementan los 3 medidores del sistema K-System.
En la imagen arriba, la música medida por un K-20. Se puede ver que las RMS están en la zona roja y, esto ocurre constantemente. Esta mezcla no sería buena para el cine ni para música clásica.
Veamos, la misma música a través de un K-14.
Ahora vemos que la música ya no está en el nivel rojo pero, se mantiene casi constantemente en el amarillo. Esta mezcla podría ser inadecuada para el pop o, incluso aunque sea rock, podría escucharse excesivamente comprimida si la enviáramos a una emisora de radio.
Veamos lo mismo con el K-12.
Aunque sigue en zona amarilla, está muy por debajo del límite de +4 (fortísimo) y, permanece en dicha zona esporádicamente. La zona roja se alcanza sólo en los momentos más fuertes de la canción. Estamos en una mezcla cuyo rango dinámico está dentro de lo deseable para un tema rock.
Si aumento la ganancia del compresor del bus de la mezcla exageradamente, veré que las RMS están en la zona roja constantemente.
Esta vez, la mezcla sonará muy fuerte, fortísimo (porque las RMS están cercanas a los valores pico) pero, sonará comprimida y, casi seguro, desagradablemente mal (aunque eso cuesta con los plugins de Sonnox y, es evidente mucho antes con otros plugins menos sofisticados).
Continuará...
Antes de poder hablar de las herramientas de modificación de la dinámica del sonido, como compresores, limitadores, descompresores y puertas, he creído imprescindible introducir los conceptos de dinámica del sonido y rango dinámico porque, es justamente eso lo que alteran dichas herramientas dinámicas.
Asimilados estos conceptos, veremos en el próximo blog cómo afectan los controles de dichas herramientas a la dinámica del sonido y al rango dinámico.