Introducción
Uno de los puntos más complicados en la grabación en un Home Studio es justamente el obtener una voz nítida, definida y que encaje en la mezcla. Si bien el micrófono de entrada y, que todo el mundo recomienda que tengas en tu armario es el Shure SM58, las pruebas de grabación de voz realizadas con dicho micrófono me han dejado mucho que desear. La voz suena demasiado cercana, oscura y requiere mucho trabajo de ecualización para devolverle el color original. En general, a la señal le falta cierta ganancia que obliga a acercarse más al micrófono, con lo que se acrecenta el efecto de proximidad del mismo.
En mis visitas al estudio de un amigo, tuve la ocasión de probar un Rode (posiblemente un NT2, aunque podría ser un NT2000 o un K2, no recuerdo). El micrófono me impresionó por su claridad y detalle así que, he pensado en substituir mi SM58 por un micrófono de membrana grande.
He acabado en el Rode NT2-A por razones económicas obvias. Según los artículos de Paul White, en SOS, solo existen 2 niveles de micrófonos de membrana grande, los que valen un ojo de la cara (leáse Neuman y AKG en sus rangos altos) y los "económicos".
Si el salto entre los económicos y el mítico Neuman U87 es enorme, las diferencias entre los micros "económicos" son menores. Tras leer el artículo referente al NT2-A, me convencí de que era la mejor solución que podía comprar dentro de mis posibilidades económicas.
Paul White indica que el micrófono con menor ruido de fondo de los económicos, válido prácticamente para todo y con una respuesta bastante plana en frecuencias. Es un micrófono un tanto brillante, lo que ayuda a una voz un tanto opaca como la mía. Así que... los dados han sido tirados...
Por otro lado, es evidente que existe una clara diferencia entre un micrófono dinámico, como el Shure SM57, que están pensados para evitar recoger el sonido más allá del que se produce muy cerca de su cápsula y, un micrófono de membrana grande, como el Rode NT2-A, capaz de recoger el pestañeo de una mosca.
En un intento de reducir el sonido indeseado recogido por el micrófono, cantando a una distancia bastante mayor que la empleada en el SM57, he intentado la solución de una pantalla absorbente para el micrófono, en concreto la T.Bone Micscreen.
A continuación, comento mis impresiones sobre ambos elementos.
Rode NT2-A Studio Solution Set
Este pack incluye el propio micrófono NT2-A, el montante anti-shock, un filtro pop integrado, un cable XLR, un CD con más marketing que información útil y una funda para el micrófono.
El primer pack que recibí tenía el micrófono defectuoso. El modo Omni y el modo figura en ocho funcionaban bien, en cuanto a ganancia, pero mantenían un nivel de ruido de fondo (producido por el propio micrófono) que se alejaba muy mucho de los comentarios sobre el mismo realizados por Paul White, de SOS (Sound On Sound).
El modo cardioide no funcionaba en modo alguno y, el nivel de ruido era impresionante, produciendo una señal con una ganancia ridícula.
Aún así, hice las primeras pruebas de grabación con el modo de figura en ocho.
Excepto por el excesivo ruido de fondo, me sorprendió ver cómo se aclaraba y definía la voz y, lo naturalmente que encajaba en la mezcla, sin necesidad de corregir la EQ (excepto un leve bajón en 5K, para reducir una presencia un tanto hiriente).
Ayer me llegó el paquete de remplazo, con un nuevo micrófono y ¡esta vez si que funciona todo perfectamente!. Impresionante el bajísimo nivel de ruido inducido por el propio micrófono e, impresionante también la sensibilidad del mismo, capaz de recoger el sonido más impensable que se está produciendo en la sala, incluso fuera del patrón cardioide.
Así mismo, la ganancia es impresionante. Si las pruebas con el primer micro habían exigido un alto nivel de ganancia en el previo de la tarjeta de audio, las pruebas con el segundo micro han requerido por lo menos la mitad de ganancia para evitar que el sonido distorsionara en el bus.
Es capaz de tragarse un montón de sonido, aceptando 137 dB o hasta 147 dB (con el pad a -10dB). He gritado como un condenado frente al micrófono y se lo ha tragado todo sin distorsionar.
Menos mal que el pack incluye el shock-mount, porque este micrófono requiere ser montado en un anillo y, de otra forma, no hubiera tenido posibilidad de probarlo montado en un stand.
El filtro anti-pop es correcto, sin ser una gran maravilla y, un tanto limitado en movimientos. Posiblemente sea mejor solución comprar un filtro anti-pop con un brazo flexible.
El shock-mount parece fuerte y confiable.
El micrófono en sí tiene un peso y dimensiones importantes. Acostumbrado a micrófonos dinámicos, como el SM57, el SM58 y algún Sennheiser, tener en la mano semejante mastodonte impresiona bastante.
El aspecto general es muy profesional. No tiene pinta de cacharro barato producido a bajo coste en China y, de hecho, las series de Rode terminadas en A son series producidas en Australia, donde han rebajo costes mediante el uso de carísimas máquinas de alta precisión que han reducido el tiempo de montaje y la necesidad de personal excesivo para el mismo.
Las pruebas, tanto del primer micrófono defectuoso, como del segundo micrófono en buen estado han dejado una muestra con buena ganancia, buen rango dinámico, muchísima claridad y definición en la voz y, han encajado con absoluta naturalidad en la mezcla. Solo he reducido levemente alrededor de 5K porque he notado cierta estridencia en ese rango pero, incluso sin tocar nada de la ecualización, el resultado es directamente usable. Muy gratamente impresionado y, muy satisfecho con la compra.
Dada su capacidad para absorber grandes niveles de sonoridad, es posible incluso utilizarlo para la grabación de amplificadores de guitarra, de bajo e incluso bombos (para reducir el impacto y permitir hasta 147 dB, se puede activar el pad hasta -10dB de atenuación). Por tanto, es un micrófono que, a un precio "económico" dentro del rango de precios que alcanzan los micrófonos de membrana amplia, ofrece una gran calidad, impecables acabados, bajísimo nivel de ruido, ecualización casi plana y, con la posibilidad de utilizarlo en cualquier tarea de grabación y, no tan solo para voces.
A cualquiera que esté harto de su SM57, le recomiendo que pruebe este micrófono.
T.Bone MicScreen
Como un intento (noble) de filtrar parte del sonido ambiental en la parte posterior del micro (zona no cardioide) y evitar la entrada de reflexiones de la sala, decidí probar esta pantalla, ya que su precio no era elevado y las opiniones leídas estaban bastante cruzadas.
El montaje es relativamente fácil. Viene todo en una caja de aspecto casi profesional, con las piezas sueltas para que inicies tu aventura mecano. Tiene algunos accesorios interesantes, como una barra que permite montar dos micrófonos simultáneamente.
La pantalla tiene apertura regulable (aunque un tanto inestable, de poca precisión) y es muy fácil de acoplar a cualquier pie de micro, aunque, por su peso, es preferible montarla en un pie de micro con una buena base en trípode o con una base redonda realmente pesada.
En cuanto a su función... ¿realmente ayuda a absorber el ruido ambiental y evitar que el micro lo capte?.
La respuesta es... NO.
He colocado el tripode con el micro enfrentado a una libería (para evitar reflexiones, gracias al perfil irregular de la librería), con la pantalla MicScreen detrás, "protegiéndo" la parte trasera (no cardioide) del micro de entrada de sonido.
En primer lugar, el NT2-A es cardioide pero no hipercaridioide. He probado chasquear los dedos en su parte trasera y recoge el sonido con claridad, con un nivel algo inferior al que recoge la parte delantera (cardioide) pero, suficientemente alto.
He chascado los dedos detrás de la pantalla y, el micrófono ha seguido recogiendo el sonido con claridad meridiana.
Las pruebas de voz han sido también muy claras. Mientras estaba ajustando la ganancia, en el teclado del PC, alejado del micro y, con los auriculares puestos, he podido escuchar a través de los auriculares hasta el más mínimo sonido que estaba generando yo en la mesa y que, el micrófono, dada su alta sensibilidad estaba captando sin problemas.
Por tanto, en mi opinión, es posible que puede ayudar a minimizar las reflexiones que entran en el micro en su parte posterior pero, en modo alguno "salvan" al micro del sonido ambiental. En la grabación de voz, he podido escuchar con claridad el eco de la habitación (no acústicamente tratada).
Eso sí, montado en el pie de micro queda muy aparente y, casi parece que tengas en manos un aparato de exploración espacial o una antena del servicio secreto... ahora... útil, útil... como que no... pero... por el precio... a lo mejor te merece la pena probarlo.