Presentación
La guitarra viene en un estuche rígido preformado. Debido a que la forma se ajusta a la forma de la guitarra, el estuche tiene menos espacio para almacenaje del que tenía mi vieja Fender Standard Stratocaster del 1982, estuche que me gustaba más.
En todo caso, el estuche es ligeramente más robusto que el viejo y, los cierres parecen estar mejor acabados (en la vieja, rompí un cierre en menos de un mes).
La acompaña todo lo habitual: la llave del alma del mástil, llave para el puente, manual, anuncios, etc.
Acabados
¡Guau, qué mejora respecto a mi vieja Strato!.
El trabajo en la madera está al mismo nivel que las Ibanez Prestige.
El mástil parece ligeramente más ancho que en mi vieja Strato y, el radio del diapasión parece mayor. Todo hace que tanto el mástil como el diapasón sean mucho más fáciles de recorrer que en la vieja Strato.
La cejuela LSR aporta una mayor sustain a las notas y permiten bendings extremos sin riesgo de partir las cuerdas en ese punto. Adicionalmente, este tipo de cejuela permite bajar la altura de las cuerdas.
El mástil es del tipo C, más ancho de lo habitual y con menor perfil detrás. El diapasón de palorosa es oscuro y precioso, con incrustaciones de madreperla, en forma de puntos, o discos.
¡Y huele deliciosamente bien!.
El puente es una ligera evolución del tradicional, con más masa y con una barra de tremolo directamente insertable (no necesita atornillarla, simplemente empujarla y tirar de ella para sacarla). La cuchilla del puente se apoya en dos postes, de forma muy parecida a un Floyd Rose.
Al actuar sobre el tremolo, la guitarra vuelve bastante rápido a su afinación y, mucho mejor que en el caso de mi vieja Standard del 91.
Los clavijeros son bloqueantes y están escalonados, de forma que se mantiene la inclinación correcta para cada cuerda, sin que sea necesario montar un árbol de cuerdas para incrementar la tensión en las cuerdas 1 a 4. Trabajan de forma muy precisa y, facilitan el mantenimiento de la afinación de la guitarra.
La unión del mástil con el cuerpo, presenta un rebaje en la esquina inferior, que facilita muchísimo el acceso a los trastes inferiores, algo realmente molesto en las típicas Stratos. Es un pequeño detalle que tiene un gran impacto en la acción.
Lo único que no me gusta de esta guitarra es la pintura. Ninguna de las opciones ofrecidas era de mi gusto. Al final me he decidido por el Olympic White pero, creo que debería haber elegido el Montego Black.
El barniz y el sunburst tricolor que tenía en mi vieja Strato era mucho más atractivo y, se mantuvo perfecto, como el primer día, durante 20 años, brillando y reflejando todo como en un espejo.
Me da la impresión de que la pintura de la Deluxe no durará tanto.
Tocándola
Desde luego, una preciosa guitarra para tocar. Muchísimo mejor que mi vieja Standard. El diapasón, más ancho me facilita mucho los bendings y, la baja acción de las cuerdas es perfecta.
Monta una humbucker Fender (que no me gusta nada) en el puente y dos SCN (Samarian Cobalt Noiseless), en la posición media y en el mástil.
La pastilla del mástil está ligeramente sobrebobinada para emparejar su volumen con la del puente más fácilmente.
El sonido no es el clásico Strato. Es un punto más moderno. Aún reteniendo cierto quack, no tiene el típico sonido que esperarías en una Strato Vintage.
La pastilla del puente se divide automáticamente en la posición media-puente, cuando el interruptor S-1 se mantiene arriba.
El interruptor S-1 sobre el potenciómetro de volumen, añade diversión, ofrenciendo 4 nuevas poderosas combinaciones (mira la siguiente página: http://www.fender.com/support/diagrams/pdf_temp1/stratocaster/0101500_02A/SD0101500_02APg4.pdf).
Mientras que las pastillas SCN son realmente silenciosas (en cuanto a ruido de fondo), la humbucker no lo es en absoluto. La humbucker me parece excesivamente ruidosa, especialmente comparada con la SCN, cuando la humbucker funciona como single coil.
El sonido es más cálido y con más mordida que en las Stratos clásicas y tiene una voz más moderna. Corta la mezcla sin problemas.
Al contrario de lo que he vivido con otras guitarras de tipo HSS o HSH (especialmente, las Ibanez), la pastilla del medio me resulta completamente útil y, me gusta cómo suena por si sola.
Conclusión
Estoy satisfecho de haber elegido la American Deluxe HSS en vez de la típica American Standard. Hay un montón de pequeñas mejoras en todas sus partes que hacen de la experiencia de tocarla algo mucho más confortable.
Además, tiene más versatilidad (9 combinaciones de pastilla) y, encaja mejor en las grabaciones modernas.
Si vas detrás del mítico sonido Strato entonces, probablemente no es tu guitarra. Pueba otras. Pero, incluso en dicho caso, siempre podrás substituir las pastillas y beneficiarte del resto de mejoras (que son un montón).
Puedes considerar también la Deluxe SSS, cuyas combinaciones de pastillas están pensadas para ofrecer un sonido más clásico.
Cuando compré la guitarra, tenía un precio muy aceptable (1.220 Eur), aproximadamente 200 Eur más que la Standar y, en mi opinión, vale todo ese dinero las numerosas mejoras incluídas.
Me parece que, en este momento, Fender ha subido los precios de estas guitarras y, creo que la diferencia de precio entre los dos modelos es bastante mayor ahora (posiblemente, la Deluxe anda por los 1.700 - 1.900 Eur).
Comprueba si la encuentras a un precio razonable en el Stock de alguna tienda.
Los Videos
Los videos que demostraban esta guitarra han sido eliminados de Youtube, por considerar que no tenían la suficiente calidad sonora ni visual.
1 comentario:
Hola, amigo. No soy un gran entendido y nisiquiera un gran guitarrista. Tan sólo comentar que después de años tocando con guitarras de marcas mediocres, e incluso con una strato Squire que aunque correcta no tenía nada de atractivo o particular en su sonido, hace unos días adquirí mi primera auténtica Fender stratocaster deluxe HSS de 2009. Ni que decir que automáticamente me pregunté cómo he podido estar toda la vida sin saber lo que es una autentica guitarra de calidad. Estoy alucinado con el sonido, los acabados y las mejoras (el trémolo funciona que da gusto), incluido el biselado de la unión del mástil que tan cómodo hace ahora el acceso a las notas altas. En fin, felicidades por tu elección y disfrutemos de esta maravilla. Por cierto, el color que encontré es algo raro: al parecer debe ser Olympic white maple (tiene un tono cremita) y venía con un golpeador que no me gustaba nada. Conseguí que la tienda me lo cambiara por uno blanco que en combinación con el diapasón de arce queda precioso. ¡Un saludo!
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