domingo, 18 de diciembre de 2011

Pedales: Mad Professor Sweet Honey Overdrive y Deep Blue Delay

Introducción

Después de probar un buen delay analógico, como el Maxon AD-999 Analog Delay y, escuchar muchos otros delays analógicos, he llegado a la conclusión de que son muy oscuros y pueden llegar a enmascarar el sonido, haciéndole perder presencia.
En el mundo digital, hay mucha mayor oferta y potencial pero, el mundo digital se ve limitado por el número de bits con el que se procese la señal y la calidad de los conversores Analógico/Digital y Digital/Analógico. Fuera de equipos de rack, es realmente difícil encontrar delays digitales que no acaben sonando demasiado delgados, afilados e, incluso demasiado hi-fi y poco musicales.
Unidades como el Boss DD2 o los delays de TC Electronics o T-Rex tienen muchos seguidores y, ciertamente, son unas unidades poderosas, con multitud de opciones y capaces de cubrir cualquier aplicación de dicho efecto.

Después de marranear un TC Flashback, que suena muy bien, he llegado a la conclusión de que yo no quiero un delay para jugar a Gilmour o a U2, que yo lo único que quiero es un poco de ambiente, que ayude a empastar la guitarra a la mezcla y que, el sonido que más me convence en las emulaciones es justamente el Tape Delay, es decir, el típico Delay a cinta (Echoplex y similares) que ha llenado tantos discos.
Hay dos factores que me tiran para atrás en un delay a cinta. Primero, su enorme tamaño (¡vamos, como para integrar el pedalito en la pedalera!) y, después su desorbitado precio. Tan solo la recreación de un auténtico delay de cinta analógico que vende Fulltone ya es para hacerse cruces, así que imagínate lo que debe costar una auténtica unidad Echoplex o similar.

Vale. Mi buscar delay digital con buena emulación cinta. Mi encontrar dos candidatos: Mad Professor Deep Blue Delay y Malekko Ekko 616. Mi tener pedal Mad Professor que gustar mucho. Mi decidir comprar Deep Delay.

En cuanto a overdrives, aún ando buscando un overdrive con características dinámicas similares al OCD pero, con una voz más cálida, que pueda complementarse bien con el OCD y con otros pedales de distorsión, para tener distintos rangos de ganancia, con distintas voces.
En las demos que he escuchado en youtube, parece que los overdrives de Mad Professor podrían ser lo que ando buscando. Estoy entre el Sky Blue, el Little Wonder y el Sweet Honey.
Dilema solucionado. El Sky Blue ya no lo vende Thomann y, el Little Wonder está agotado.
Sweet Honey a la saca.

En esta entrada del blog, voy a comentar mis impresiones resultado de mi primer contacto.
Aún no he exprimido o experimentado todas las opciones de ambos pedales, porque más bien he ido buscando encajarlos en mi propio concepto de pedalera, así que, podemos considerar estas conclusiones como "en revisión", hasta que tenga una experiencia más prolongada con ambos pedales.


Presentación

A la manera de los pedales de boutique, ambos pedales vienen en una caja de cartón blanco, con una etiqueta pegada en el lateral que identifica el pedal en cuestión. Vamos, que se gastan bien poco en seriegrafías y, dado lo que valen los pedales, ya podían estirarse un poco y darnos una cajita un poco resultona.

Dentro, como en el resto de pedales Mad Professor, un pequeño tríptico con forma de pedal y, con la foto del pedal en cuestión en su portada, contiene una somera descripción de los controles y alguna tímida referencia sobre por donde empezar con alguno de los controles.
Como siempre, no hay unos settings de ejemplo, que nos permitan catar rápidamente las posibilidades diversas del pedal (si es que tiene más de una cara sonora).

Los pedales tienen pinta de ser sólidos y, por dentro, la circuitería esta cubierta por una tapa de goma-espuma. En uno de ellos, ¡el circuito impreso está sujeto con goma de pollo a la gomaespuma!. ¿Alta tecnología anti-piratería?. ¿Disparará la goma un rayo laser si intentas retirarla, cortándote los dedos?. Absolutamente acojonado por el dispositivo, he decidido dejarlo como está. ¡A ver si la goma va a ser ese componente secreto que da el carácter mágico al sonido del pedal, la saco y se va la magia con ella!.

Por lo demás, los colores son muy bonitos. Especialmente, el Deep Blue tiene un Azul que, desde lejos, me recuerda al de los potes de Vicks Vaporub, cuyo azul siempre me ha fascinado.
El Sweet Honey parece un poco marranote desde lejos, porque han pintado partes más oscuras y otras más claras.

Para cambiar la pila (o retirarla, en mi caso), hay que desatornillar los 4 tornillos de la tapa trasera. Qué le vamos a hacer, si el coste de los componentes de boutique es tan caro que no permite ni instalar un pequeño compartimento para la pila con tapa exterior.
Para mí es una operación que solo haré una vez, porque alimento mis pedales con una Voodoo Lab Pedal Power 2 pero, el que trabaje con pilas, que tenga a mano el destornillador de estrella.


Mad Professor Sweet Honey

Encendemos, probamos ésto, lo otro, lo de más allí.
¡ Esto suena a OCD por todos los lados !.
Tiene un sonido básicamente identico al OCD V3, alimentado con 18V y con el switch Hi-Peak activo.
¿Es eso malo?. Pués sí y pués no.
¿Te explicas?. Me explico.

Por un lado, el Sweet Honey está alimentado por 9V, aunque permite hasta 18V y, de todos es sabido que los pedales de ganancia ganan mucho headroom y definición contra más voltaje se suministra.
El OCD V3 no suena igual de claro, nítido y dinámico con 9V o 18V. El Xotic EP Booster suena también mucho mejor con 18V. Otros constructores de pedales, incluyen un transformador interno que eleva el voltaje estándar de 9V en 18V o 24V (muy pocos siguen esta técnica pero, haberlos haylos).

O sea que, en definitiva, la comparativa no es "deportiva", ya que el OCD V3 está alimentado con el doble de voltaje, lo que amplía significativamente su rango dinámico y sensibilidad, limpiando mucho la distorsión.
Pero, por otro lado, el Sweet Honey me suena prácticamente idéntico, trabajando solo a 9V.

Lo negativo es que, hasta que no pruebe con 18V no tendré claro si realmente hay una diferencia remarcable entre ambos pedales. Y, hasta que eso ocurra, parece que tenga dos OCDs en la pedalera.
Lo cual, tampoco es malo, porque dos OCDs con distintos niveles de ganancia y tono ya dan juego, por si solos, combinados entre ellos o con otros pedales de ganancia. Pero, claro, no era lo que andaba buscando y, eso debería ser malo, ¿no?.
¡Yo qué sé!.

Claro que, un OCD nuevo sale por 155 Eur en Thomann, mientras que el Sweet Honey sale por 233 Eur (cableado a mano) o por 166 Eur (versión Factory, circuito impreso).
El OCD tiene un interruptor que permite trabajar en dos modos de distorsión High Peak y Low Peak.
El OCD cubre la ganancia del Sweet Honey y, aún mucho más.
Curiosamente, en todos los videos de Youtube, el Sweet Honey me ha parecido mucho más dinámico y sensible al ataque de la púa que el OCD pero, yo no he notado esa gran diferencia. ¿No habré jugado suficientemente con el control de textura (Focus)?.

Como digo, en estos momentos, sin haber trabajado más el pedal, no soy capaz de determinar si merece o no la pena. Y, no me refiero al sonido, que es buenísimo... tanto como el del OCD V3.
No emitiré un juicio claro hasta haber podido jugar en mayor profundidad con los controles de textura y ganancia y, hasta que lo haga funcionar a 18V, para comparar manzanas con manzanas (¿o OCDs con OCDs?).

Eso sí. Los pedales de Mad Professor suelen apilarse muy bien con otros pedales, ya que tienen una buena relación de impedancias de salida y entrada. Ese sí que es un problema real en el OCD, que se muestra muy distinto dependiendo de qué pedal tenga delante y atrás. Cuando el OCD tiene incompatibilidades de impedancia, es otro pedal totalmente distinto, sonando bastante mal (como ocurre con la mayoría de Fuzzes de diseño vintage).


Deep Blue Delay

Leer la descripción del propio profesor loco, por un neófito en electrónica como yo, asegura un buen dolor de cabeza.
Vamos a ver... el pedal es analógico/digital. Por lo que he llegado a entender, la parte digital corresponde a la circuitería que gestiona las repeticiones, mientras que todo el entorno (previo y post) sería analógico.
Bueno... mira... déjame en paz... ¿qué tal suena el bicho?.

Pues, suena muy bien. ¿Espectacular?. Hmm. Difícil de valorar.
Suena un pelín afilado, como la mayoría de delays digitales. Muy limpio y con unos decays de los ecos muy naturales. Hay que gestionar bien el botón de mezcla (Level), para que el sonido no sea excesivamente puro pero, por lo menos permite elegir la cantidad exacta de efecto a nuestro gusto.
El botón de repeticiones funciona bien. Al mínimo, se obtiene una única repetición y, al máximo, una largísima cola de las mismas.
Las repeticiones se desvanecen de una forma muy natural. Algo que no es siempre fácil de encontrar en los Delays.
No tiene Tap Tempo, ni ninguna otra forma de establecer un tempo determinado, ni divisores ni subdivisores, ni otras virguerías tan habituales.

Level, para controlar la mezcla efecto/señal directa. Delay, para establecer el tiempo de retardo, entre eco y eco. Repeat, para controlar el número de repeticiones del sonido original. Absolutamente ningún otro control.
¿Qué si hecho en falta algo más?.
NO.

Manejando el botón Delay, mientras escucho el sonido, lo sitúo donde más me gusta y, me importa tres pepinos si va al tempo, en una subdivisión o cualquier otra mandanga. Uno de los problemas típicos que este auténtico manazas de los delay se ha encontrado ha sido el agobio de los ecos. Las repeticiones siempre han llegado a emborronar mi sonido, acabando siempre en un setting de uno o dos ecos, tipo slap back, que era lo que menos me molestaba.
En el Deep Blue, los ecos sucesivos se van desvaneciendo de forma muy natural y, a medida que aumentamos el control Delay (controlando bien el Mix), la sensación es estar en una actuación en directo, donde el sonido del escenario está rebotando en las paredes del estadio. ¿A tempo?, seguramente no y, por eso suena tan natural.

Aunque por defecto lo voy a utilizar con una o dos repeticiones y un delay corto, tipo slap back, he ido jugando con los distintos controles y, la verdad es que se obtienen sonidos deliciosos.

Uno de los argumentos de venta, es que funciona de narices con distorsiones. ¿Lo hace?. ¡Voto a brios!, ¡Sí!. Este es uno de los problemas típicos que me he encontrado, básicamente con analógicos, que llegan a emborronar el sonido, perdiéndome yo mismo en la mezcla.

Permite un voltaje de hasta 15V y, me pregunto qué tal trabajará con 12V.


Primeras Conclusiones

Demasiado pronto para emitir una sentencia firme a cada uno de estos pedales.
Ambos me han gustado. No me han decepcionado en absoluto pero, tampoco se me ha abierto la sonrisa de oreja a oreja, tras un primer contacto.

Creo que el botón Focus y una alimentación a 18V me puede ayudar a tener una idea más profunda de las posibilidades del Sweet Honey y decidir quién sale de la pedalera, si OCD o Sweet Honey. Tengo que probar con varias guitarras y amplificadores, donde se suelen mostrar incompatibilidades de los pedales o, donde unos pedales pueden brillar de forma muy especial con determinado equipo.

Respecto al Deep Blue, me gusta. Es lo que andaba buscando, en cuanto a "un pedal que haga una sola cosa (la que quiero) y la haga muy bien". Evidentemente, tiene muchas más posibilidades pero, para el uso que lo quiero trabaja perfectamente bien, sin tap tempo, sin divisiones, ni otras mandangas. Suena musical y natural, punto pelota.
¿Es el mejor Delay. No creo. Pero, es muy bueno.
¿Es sónicamente muy superior a, por ejemplo, el TC Flashback?. No. Un pelín, pero el Flashback tiene muchas más posibilidades, es mucho más versátil y, sonar, suena bien. Además es Looper.
Lo que ocurre es que a mi me sobra un 95% de las opciones del Flashback, porque soy muy limitadito para la mayoría de efectos de tiempo. Y, tal vez, el Flashback presenta algo de digititis en según que settings (¡no en general!).

En fin, voy a jugar más tiempo con los dos y, cuando tenga claras mis conclusiones volveré a actualizar esta entrada en el blog.


Actualización 18/12/2011

Contra más los pruebo, más me gustan, ambos.
En el que ya no tengo ninguna duda es en el Deep Blue Delay.
Creo que el truco está en mantener el nivel (Level) muy bajo, a las 9:00h o menos (creo que yo lo tengo, más o menos a las 8:00h). Con el nivel de mezcla realmente bajo, se obtienen unos sonidos preciosos, independientemente de cómo estén las repeticiones (repeat) y el tempo (delay).
Las colas del delay son, sencillamente, las más naturales que he escuchado en un pedal de delay.
Este se queda fijo.

Respecto al Sweet Honey, aún tengo que ir más a fondo y, contrastarlo con 18V. Ciertamente, en cuanto a dinámica y claridad se asemeja mucho al OCD V3 aunque, la voz del Sweet Honey es lígeramente más cálida y crujiente. El OCD se mantiene más limpio y afilado.
Supongo (que no sé) que el Sweet Honey tiene clipping simétrico (lo que le da una voz más cálida y vintage), mientras que el OCD lo tiene asimétrico (lo que le da una voz algo más fría, precisa y moderna) .
Aunque el sonido del Sweet Honey es más crujiente y rasposo, mantiene perfectamente la claridad nota a nota. En cuanto a dinámica, ambos pedales son excelentes, sonando limpios y cristalinos con suaves pulsaciones o ataques de púa y con rotura valvular en cuanto le damos fuerte.
Se comportan de forma tan parecida que cualquiera podría tomar el sitio del otro. El Sweet Honey suena, quizás, un pelín más vintage (pero, un pelín, vaya), mientras que el OCD suena un tanto más moderno (otro pelín, vaya). Podríamos decir que el Sweet Honey es pariente lejano del TS, mientras que el OCD es pariente lejano del SD-1. Ambos, parientes muuuy lejanos pero, es un intento de buscar la analogía entre el ligero tinte de calidez que diferencia al Sweet Honey del ligero tinte de frialdad que diferencia al OCD.
Va quedando claro que, al final, el Sweet Honey se quedará (y, a lo mejor, también el OCD).
Lo que sí tengo claro es que, tal vez, sea más interesante la opción Factory, porque su sonido no se aleja mucho de la versión handwired y, su precio se aleja sustancialmente.

Me resulta tan fácil encontra un buen sonido en los Mad Professor, que estoy madprofesorizando mi pedalera. En camino, el Mighty Red (este lo espero con ganas... ¿podrá desbancar al RAT?) y el Stone Grey (porque no hay existencias del Little Wonder).


Actualización 23/12/2011

Definitivamente, el Sweet Honey mantiene la misma excelente dinámica que el OCD pero, mientras que el OCD es neutral, el Sweet Honey tira a Tweed, lo que lo dota de un delicioso sabor blusero. Hay que jugar mucho con la ganancia y el foco, porque tiene muchos matices distintos pero, cuando encuentras el sonido, que se quite todo lo demás. Precioso.
No voy a hacer demo de estos pedales aquí. Ya haré un artículo mucho más detallado.